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El examen final de un duro año: vendimia 2014

El examen final de un duro año: vendimia 2014

miércoles 29 de octubre, 2014

La última semana de agosto se inició  la campaña de recogida de uva en Fin...

La última semana de agosto se inició  la campaña de recogida de uva en Finca Loranque. Una primavera lluviosa y un verano muy seco y templado apuntan una calidad excepcional.

Los viejos viticultores -a los que hay que escuchar siempre- recuerdan insistentemente que el campo “unas veces da y otras veces quita, y casi siempre con justicia”. Y en Finca Loranque, lo comprueban año a año en la vendimia, momento cumel de un año completo de dedicación diaria al cuidado y mantenimiento integral del viñedo. Precisamente, esta es una de las líneas fundamentales y características de la filosofía de la bodega: la estricta vigilancia de su propio viñedo y el uso exclusivo de uva procedente de él para la elaboración de toda su gama de vinos.

El año climatológico del desarrollo de la viña en 2014 ha sido bastante irregular. En líneas generales, la primavera se mostró lluviosa y con picos de temperatura bastante elevados, que dieron paso a un verano muy seco, pero con una media de temperaturas muy templadas. Además, como viene siendo habitual -pero esta vez de forma más acusada- la diferencia térmica entre el día y la noche en las distintas parcelas de Finca Loranque han sido importantes durante la maduración de la uva.

Estos factores han contribuido de forma decisiva a la excepcional calidad de los racimos -además de adelantar la vendimia casi tres semanas con respecto a la vendimia 2013- y una salud general de los mismos óptima.  La práctica totalidad de los parámetros analizados en el laboratorio daban valores correctos, incluso alguno de ellos -como el nivel de antocianos y la concentración polifenólica- de las mejores de las últimas campañas. A todo ello también ha contribuido el que haya sido un año “muy bueno” en lo que se refiere a enfermedades, y sin que se hayan producido grandes problemas de hongos y plagas.

Aunque la obsesión por tener las mejores condiciones de calidad en el viñedo es regla general, la naturaleza y las vicisitudes de cada estación marcan sus propias reglas. Por ello, una de las labores más importantes durante la vendimia en Finca Loranque pasa por el exquisito trabajo selectivo, tanto  en el viñedo y en bodega. Y es que tan solo los mejores  racimos, aquellos que presentaban los mejores parámetros y estado sanitario, acceden a bodega y forman parte de los distintos vinos que se elaboran.

LA VENDIMIA TAMBIÉN ES BODEGA

Con la uva en la bodega, comienza el trabajo duro en los depósitos. Pequeños depósitos de acero inoxidable y madera de roble donde los azúcares contenidos en el mosto se transformarán en alcohol, junto con otros compuestos orgánicos. En el caso de Finca Loranque un proceso controlado, que supera en todos sus vinos un mínimo de 20 días. A diario se vigila la temperatura de los depósitos y se llevan a cabo los remontados de los mostos, dependiendo de la variedad y de la parcela que contiene cada depósito.

Cuando todo el azúcar se ha trasformado en alcohol y se han extraído los compuestos más nobles de los hollejos, el enólogo decide el momento del descube. Un proceso que consiste en sacar el vino de los depósitos donde ha fermentado y traspasarlos a otros depósitos o directamente a las barricas de roble. El vino separado en esta operación se denomina mosto yema o ‘vino de gota’. Los orujos se sacan de manera manual para su posterior prensado. Así, se somete a esta masa húmeda a un aligera presión en el caso de Finca Loranque, para separar el líquido de lo sólido extrayendo un vino que se denomina ‘vino de prensa’, y que en función de su calidad es mezclado en distintas proporciones con el ‘vino de gota’.

Todas las características propias de la vendimia y los primeros vinos catados de la añada 2014 hacen a los responsables de Finca Loranque ser muy optimistas.