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Vendimia 2015, una añada muy peculiar

Vendimia 2015, una añada muy peculiar

jueves 22 de octubre, 2015

Vendimia 2015, una añada muy peculiar

La vendimia se adelantó casi quince días, con menos kilos de uva, pero con una calidad de los racimos excelente

Las altas temperaturas de julio marcaron la evolución de una uva, que ralentizó su&nbs...

Las altas temperaturas de julio marcaron la evolución de una uva, que ralentizó su maduración en el mes de agosto..Estos condicionantes, junto a la buena salud de los racimos y la excelencia de los parámetros bioquímicos de las uvas presagian una añada personal y única.

Posiblemente, 2015 sea la añada más particular desde que Finca Loranque elabora vinos. No por el resultado final de los vinos, que el tiempo dirá, sino por el particular comportamiento del tiempo durante la fase final de la uva. Y, posiblemente, por la carga de trabajo de prevendima -especialmente de muestreo y análisis- de los meses de julio y, especialmente, de  agosto.

Por partes. El mes de julio y la primera semana de agosto  en nuestro país supusieron un récord de altas temperaturas que no se recordaba en 40 años, con medias que superaban en hasta diez grados la serie de medias históricas. Lo que en un principio llegó a indicar que podía adelantar la vendimia por este  intenso calor, finalmente no fue  así. Todo lo contrario, este exceso de calor lo que provocó fue un retraso en la maduración, con respecto a la vendimia pasada. Es más, el descenso de temperaturas del finales de agosto, sobre todo las nocturnas, hicieron que la maduración retomara su ritmo sosegado y se completara adecuadamente.

En esta línea, el enólogo de la bodega, Pablo Eguizkiza, apunta que “es destacable que la planta mantuviera  su viveza pese al intenso calor y la falta de lluvias estivales. Lo que pasa es que las variedades están perfectamente adaptadas al terreno, y era maravilloso ver temperaturas de 40 grados en el pasado mes de julio, el peor del verano, y cómo vegetaba la viña”. 

Finalmente, el punto óptimo de maduración se alcanzó unos días más tarde que la vendimia de 2014, se generalizó a partir del día 3 de septiembre, presentando la fruta unos parámetros bioquímicos excelentes.

Los trabajos de bodega
Una vez la uva en la bodega, los trabajos de selección en la mesa este año fueron especialmente delicados. La irregular maduración de los racimos provocó que esta labor se hiciera de forma más lenta y precisa que ningún año.

Sin embargo, una vez en los depósitos, el comportamiento fermentativo fue perfecto, respondiendo perfectamente a los controles de temperatura marcados por el enólogo. El resultado ha sido una excelente extración de color y una intensidad increible de aromas y potencia de taninos.
La añada, en rasgos generales, será de una graduación alchólica de entre 13 y 13,5 grados, con colores